jueves, 30 de abril de 2020

Impulso

En varias ocasiones he sido arrastrada por un impulso, a veces el impulso es bueno y quedo satisfecha de lo que logré; pero otras veces termino reprochándome el haber sido tan impulsiva y me avergüenzo de lo que hice, deseando con todas mis fuerzas regresar el tiempo y actuar de otra manera.
No sé si les ha pasado, que quieren hacer algo, pero sienten que no es lo correcto, que no deberían, que algo saldrá mal. A mí me pasa que hasta el estomago se me revuelve pero aún así termino haciendo eso que sé que no debería. Y las consecuencias no se hacen esperar, es terrible, es cómo caer en un vacío, y durante todo el descenso me pregunto porqué lo hice si sabía que no era lo correcto.
Sin embargo, aprendo a conocerme y a escuchar estos avisos, a no pasarlos por desapercibidos. Aún los ignoro, en ciertas ocasiones, pero cuando pasa algo malo entiendo que esa era la razón por la cual me sentía así. También, hay situaciones de las cuales no puedo huir entonces lo que hago es ir delante de la presencia de Dios, decirle lo que siento y pedirle que me ayude a afrontar lo que se venga y que pueda reaccionar de la mejor manera posible.

Cuando enfrento estas situaciones sin orar, sin pedirle a Dios dirección, y actuando por mi propia voluntad, apoyándome en mi propia prudencia, como dice el proverbio, sale a la luz mi verdadero yo y es un ser despreciable, es en esos momentos cuando tengo la certeza que lo bueno en mí, es Dios, no soy yo, yo soy mala y solo maldad puede salir de mí. En cambio, Dios me da de Su bondad, me da templanza, dominio propio, gentileza, todo lo bueno en mí, es de Dios.

Suelo pedirle a Dios que si me he de dejar llevar por impulsos, que sea por impulsos del Espíritu, así estaré a salvo de hacer cosas de las que me arrepentiré después.

Pero aún después de fallar, habiendo ignorado todos los avisos, habiendo hecho a un lado la dirección de Dios; vengo a Él y me consuela, siento que me dice con cariño mientras me abraza "Hija, esto te quería evitar". Sin reproche ni acusación, solo encuentro consuelo y comprensión. Ese es mi Dios, así es Él, porque no puede ser de otra forma.

Espero y estaré orando para que también ustedes puedan frenar esos impulsos incorrectos y dejarse guiar por Dios. ¡Ánimo hermanos!

Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento, reconócele en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas. Proverbios 3:5-6